Luna estridente pero con altos de buena música. (28 de enero de 2011. Por Fernando Pedernera, enviado especial a Cosquín, RNA) Con una invocación a los vientos de la patria que cantan, Marcelo Simón pronunció su arenga presentando a Juan Carlos Baglietto y a Lito vitales,quienes se dieron el lujo de emocionar a todo ese país presente en la plaza o que escuchaba y veía por radio y televisión. “Zamba de Lozano”, “Dios y el diablo en el taller”, “Tonada del viejo amor”, “Nada”, Garúa”, “Solo”, “El Mensú”, “Piedra y Camino” y “El témpano”, como bis, bastaron para que este dúo acompañado por una banda notable -que a su vez invitó a músicos como Viviana Pozzebon, Mariana Occhiuzzi y Carla Cohen- pusara cada cuerda de la emoción. Un lujo para Cosquín: el poeta ecuatoriano Antonio Preciado, apenas con su sombra de compañía, recitó sus poemas “A dos voces”, “Dos solos de tambor de Cuamé Bamba”, “Yo y mi sombra” y “Abrazo”, convirtiendo en a buena parte de la Plaza en un acustizad...
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