COSQUÍN 2013: Quinta Luna.




(Cosquín, 24 de enero de 2013. Fernando Pedernera, RNA-BAF) Las reservas anticipadas estuvieron agotadas desde días antes. Figuras de renombre como Víctor Heredia, Guitarreros (responsables de la versión del himno a Cosquín que dada noche interpreta el Ballet Camin), Canto Cuatro y Motta Luna aportaron, sin dudas, una cuota importante de público. Pero la enorme mayoría -que por primera vez en la edición 2013 de Cosquín desbordó la Plaza Próspero Molina- tenía un destinatario de su admiración, fervor y cariño: el joven gran artista bonaerense de Ingeniero White, Abel Pintos, siempre en camino hacia la madurez.

La fuerza de los salteños Guitarreros irumpió tras la trilogía ritual de presentación: “Himno a Cosquín” (con homenaje a La Rioja y su Chaya), “Grito” de Claudio Juárez y “Arenga” de Marcelo Simón referido a la tierra de los Hermanos albarracín, Ramón Navarro, Héctor David Gatica y Pancho Cabral, entre otros antiguos y actuales guitarreros de distintas latitudes, que encendieron y encienden la ceremonia de cada Luna.
Con un repertorio destinado a hacer saltar y cantar a la Plaza interpretaron clásicos como “Solita y sola”, “A Monteros”, de Favini y Nieto; “Himno a Cosquín, de Alcayaga y Belloso y una selección de Carnavalitos, de autores varios, sazonada con una jugarreta musical que incluyó saludos a la cumbia y al cuarteto, entre otros géneros populares. Sabedores de los climas de la Plaza que los consagrara en 2010, renovaron su romance con ella.
Se esperaba una mayor recepción del público a Los Changos, de Jujuy y del Chaco, de destacada actividad en el norte argentino. Pero, si bien fueron muy celebrados, la Comisión, que atenta vigilaba, debe haber tomado nota de que no calificaron para el premio mayor.
Sorprendente, ingenioso y colorido fue el cuadro presentado por la dupla Méndez-Dellac, ganadores del Pre Cosquín en el rubro Pareja de Baile Estilizado, de la sede bonaerense de Itizaingó. Lucieron sobre “Marote”, recoplilación de don Andrés Chazarreta, en versión de Adrián Maggi y Orquesta Rural.
Momento para escuchar, disfrutar y valorar la apuesta del cuarteto vocal e instrumental Fulanas, que se presentaron acompañadas por las Compositoras Alejandra Cañoni, bonaerense, para su creación “Zanja del mar”; Nora Benaglia, jujeña de Tilcara, con quien recrearon “Elogio de la sombra”, compuesto en dupla con Hugo Nadalino; Sara Mamani, de Salta, con quien intrpretaron su dulce “Huaynito del olvido”; y la colombiana Martha Elena Hoyos, de cuya obra eligieron “Graciela la tamborera”, para cosechar el aplauso respetuoso de una plaza que se comenzaba a poblar.
Marco ideal para que otros salteños, también consagrados, Canto Cuatro, presentaran una nueva estética visual a la vez que temas de su nuevo disco, “Vamos”. Respecto del atuendo, diseñado por Benito Fernández, vistieron los colores del poncho salteño repartidos entre sus ropas. Y sobre el repertorio elegido, conocedores también de los tiempos de la Plaza, presentaron “Cantores”, “El yin y el yan”, “Al bailar” grabada junto a Áxel en el disco; y los celebrados “Gato del festival”, de Vicente Díaz y “Recuerdos salteños”, de Oscar Bejarano y Carmelo Calderone, para concluir con “Lejos de ti”, incluida en el nuevo disco.
Bajo el nombre de Nahuel, se presentó Carlos Porcel de Peralta, santafercino de Cañada de Gómez radicado en México y con una vasta trayectoria dentro de la música latinoamericana, que incluyó trabajos con el uruguayo Alfredo Zitarrosa.
En el breve espacio que le tocó, interpretó “El amor de los marineros”, compuesto por Nahuel sobre poema de Pablo Neruda; “Pájaro de rodillas”, realizado en dupla con Zitarrosa; y “El Triunfo de la Abuela”, de su completa autoría.
El porteño de la Paternal, Claudio Pereyra, arrancó su actuación con una destacada versión de Taki Ongoy, de Víctor Heredia, y la cerró con “Cruzando el dulce”, de José Eduardo Montoya.
De San Pedro, Jujuy, subieron al escenario Atahualpa Yupanqui Néstor y Oscar González, quienes ratificaron su pertenencia a la “tacita de plata” con “Jujeño soy”, Corazón carnavalero” y “Arriba, arriba”, los tres de Néstor Gómez.
El ganador del Pre Cosquín en el rubro Recitador, Fernando Gastón Bordón, protagonizó un momento emotivo con su sentido relato, “Mi simple opinión”.
Y en el día de su cumpleaños, la sobrada solvencia de Víctor Heredia, hizo revivir recuerdos de distintas épocas al interpretar, para comenzar, “Aquellos soldaditos de plomo”, “Tengo Razón” y “Ojos de cielo”, este último en compañía del charanguista Rolando Goldman.
Momento emotivo y acaso “el regalo más grande” en este nuevo festejo de cumpleaños sobre el escenario mayor, según dijo a la Radio Pública el cantautor porteño de Montserrat, fue la presentación de su hijo Lautaro, con quien compartió “Bailando con tu sombra, Alelí” y a quien cedió el espacio para que se destaque con “La flor Azul”, de Mario Arnedo Gallo y Antonio Rodríguez Villar.
Contento y agradecido por el cariño del público, Heredia prodigó su infaltable “Sobreviviendo” y ante la aclamación “El misterioso dragón”, celebrado por los más grandes y descubierto para la plaza joven, ya que ambos temas pertenecen a su disco “Solo quiero la vida”, editado en 1984.
La Delegación de España, encabezada por un cantaor, abrió los brazos a Cosquín y a la música popular argentina, con una selección de obras que incluyó, entre otras, a “Los Ejes de Mi carreta”, de Romildo Risso y Atahualpa Yupanqui.
Quiso el azar o la intención de los programadores que quien siguiera a la representación española fuera una de las mentoras del concretado sueño de que hubiera un Cosquín en Cádiz.
Bonaerense de San Nicolás de los Arroyos, Anabella Zoch, Revelación 1996, presentó temas de ”Raíces arrancadas”, grabado en Argentina tras residir casi una década en Europa. “La Jardinera”, de Violeta Parra, un popurrí integrado por Recuerdos de Ipacaraí, de Ortiz y Mirkin; “Angélica”, de Roberto Cambaré; y “Las dos puntas”, de Osvaldo Rocha y Carlos Montbrún Ocampo; además de “Raíces Arrancadas”, de su propia autoría, y “Ojos Azules”, de Huancco, recibieron el abrazo cálido de palmas por parte de una plaza impaciente por escuchar al número central de la noche.
En ese clima de ansiedad, el cordobés de Huinca Renancó Mario Díaz, presentó una exquisita selección de obras compuestas en yunta con el pampeano Édgar Morisoli, “Canción del árbol de mi patio” y “Nilonga de las dos querencias” y se despidió con “Coplitas del querendón”, coplas populares y de Domingo Zerpa musicalizadas por Mario Díaz.
Mención aparte merece la actuación de Abel Pintos, el consolidado artista que, de no haberse consagrado en 2008, habría sido sin dudas la consagración con la renovada versión de “El Antigal”, de Petrocelli y Toro, tras haber hecho gritar a la multitud femenina con temas como “Quien pudiera”, “El Beso” y “Quisiera”, “La nave”, “Sueño dorado” (ob, “No me olvides”, “Solo”, “Peregrinos”, “Todo está en vos”, “Aventura”, “Bella Flor”, y “Tu voz”. Para poner punto final a una memorable performancecon “Reevolución”, nombre de su penúltimo material discográfico y provocar el delirio de una concurrencia que, si bien inició el éxodo una vez retirado el bonaerense, abrazó al comproviciano de éste, Carlos Cabral, quien en solo tres temas demostró que estaba a la altura del momento en el que le había tocado subir a escena y que le quedaba, todavía, mucha tela para cortar.
Luego, Freddy Romero cantó “Chacarera del changuito”, de Franco Barrionuevo”, y “La Canción del Mariachi”, de Los Lobos; los santafecinos de La Jangada revivieron “Punta Cayastá”, de Julio Migno y Orlando Veracruz, y “Latinoamérica; y el santiagueño Motta Luna, alguna vez en Cosquín junto a Mercedes Sosa, entregó “Con alma de niño”, de Gómez Carrillo; “Florcita de mi querencia” e “Infancia”.
Los riojanos del Grupo Vocal Aguablanca sorprendieron con la zamba cuyana de Félix Palorma “La Cumbreña”, y alborotaron al duende de Oscar Valles con una celebrada versión de “El dominguero”.
Los siguió con el oficio que se le conoce, Raúl Palma, el “Chango de Anta”, quien cantó su propia “Salta es una mujer morena”, “La de Anta”, chacarera de Martín Aleman, y “Levanten los carteles”, el carnaval de Daniel Ursini.
A las 4:37, Alberto Oviedo subió fuera de la transmisión de los medios públicos, lo cual no obstó para que esos cientos de personas celebraran su versión de “Jazmín de luna”, la zamba de Jorge Mlikota que parece pertenecerle también a este intérprete, o de “Gaucho de Madariaga”, de Jorge Lozano y Héctor González.
De curiosa apariencia, el joven Nacho Silva, por seguno año consecutivo sobre el escenario mayor del Folklore, puso a consideración del público “La finadita”, de Carlos Carabajal” y la “Zamba para olvidarte”, de Daniel Toro.
Con una alteración en el orden propuesto inicialmente, Guayacán subió antes de lo previsto y cantó “Zamba de Lozano”, de Castilla y Leguizamón, y “Un amor, un querer y una flor”, carnaval cruceño de Tito Véliz.
Y pese a las versiones que circularon respecto de la no presentación de Gustavo Patiño, tres minutos después de las 5, el bonaerense aquerenciado en Jujuy cerró la Quinta Luna junto a músicos de Los Chaza, con tres temas que incluyeron hasta la representación coreográfica de un Cóndor sobre el escenario, y un cierre con el tema “Latinoamérica”.
Eran las 5 y 10 cuando los locutores salieron a despedir formalmente un nuevo milagro en el Valle de Punilla.
Y un minuto más tarde, solitos, los duendes del Valle se mandaron a guardar, cada uno a su caja, para que la Sexta Luna, que albergaría, entre otros, al Chaqueño Oscar Esperanza Palavecino, les volviera a franquear la entrada.

Escuche las alternativas del Festival de Folklore de Cosquín 2013
a través de Radio Nacional Folklórica.
Operación Técnica: Máximo Vargas y César Calvi.
En el Móvil: Oscar Humacata.
Guiones y coordinación: Pedro Patzer
Conducción: Sonia Ferraris y Fernando Pedernera.
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